Señales del cielo, mensajes y orientación. Un dicho famoso es cuando llueve en tu suca (tabernaculo), o cuando se lo lleva el viento (como lo vi en Israel hoy), uno tiene que encontrar lo positivo en esto también. En todo siempre hay una inteligencia, El Eterno siempre está hablando; el problema es que no nos conectamos a la inteligencia de todo; incluyendo el problema. Hashem nos ama, allí en el rechazo, o protección está el mensaje, y debemos de conectarnos a este.

Hashem siempre habla, el se comunica todos los días por medio de cada evento, cada circunstancia, ya sea positiva o negativa, cada día tiene su inteligencia. El problema mas grande es que no ponemos atención, no conectamos la inteligencia de cada evento al Eterno. Esta es la primera Torá de Rebi Najman. Lo importante es que tenemos que poner atención en cada evento de nuestro día a diario. Esto podemos lograrlo por medio de HITBODEDUT (plegaria personal) y HITBONENUT (meditacion). Nos conectamos en nuestro tiempo de plegaria, y usamos ambas armas espirituales.

Dice Rebi Najman: Debes reflexionar sobre las diferentes situaciones y sucesos que Dios te envía día a día. Cada día tiene sus propios pensamientos, palabras y acciones. Todos son completamente únicos en ese día. Dios “contrae” Su infinita e infinita Divinidad de tal manera que la Divinidad está presente incluso en el punto más interno del mundo material finito en el cual el hombre se encuentra. Por lo tanto, Dios envía a cada individuo los pensamientos, palabras y obras apropiadas para el día, la persona y el lugar. Dentro de ellos hay pistas para acercar a la persona al servicio de Dios.

Es por eso que debes prestar atención a lo que te sucede y considerar lo que puede significar. Piense en los pensamientos, las palabras y las obras que Dios le envía cada día para comprender Sus consejos para acercarse a Él en todo momento. Esto se aplica a todos, sin importar quién y en qué circunstancias.

Pero tenga cuidado al pensar en estas cosas: debe mantenerse dentro de ciertos límites y no profundizar en exceso, porque de lo contrario es posible desviarse más allá de los límites de la santidad. Volar a la especulación puede ser peligroso. Manténgase dentro de los límites del entendimiento humano y amplíe constantemente sus horizontes sin tratar de ir más allá de su nivel, porque “no puede investigar lo que es demasiado maravilloso para usted” (Jagigah 13a).

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