La restauración produce bendición. Testimonio personal. Tenia como 11 años cuando leí el Tanaj entero, me encanto. Me acuerdo leer Deuteronomio 30.1-4, que dice, “Cuando recibas todas estas bendiciones o sufras estas maldiciones de las que te he hablado, y las recuerdes en cualquier nación por donde el Eterno tu Dios te haya dispersado; y cuando tú y tus hijos se vuelvan al Eterno tu Dios y le obedezcan con todo el corazón y con toda el alma, tal como hoy te lo ordeno, entonces el Eterno tu Dios restaurará tu buena fortuna y se compadecerá de ti. ¡Volverá a reunirte de todas las naciones por donde te haya dispersado! Aunque te encuentres desterrado en el lugar más distante de la tierra, desde allá el Eterno tu Dios te traerá de vuelta, y volverá a reunirte.” Me acuerdo estar leyendo, y mi neshama (alma) diciendo, ese soy yo. NO SE COMO, PERO ESE SOY YO! Era muy pequeño para comprender la logística para mudarme a una comunidad Judía ortodoxa, pero Hashem, el lo logro. Hoy en dia, soy Judio Ortodoxo, con esposa, e hijos Judíos, tenemos el derecho de poder habitar Israel, y cuando su tiempo venga, nos vamos a hacer Aliya (emigrar a Israel). Pero todo esto fue posible solo por Hashem! Me sorprendo cada vez que leo estos versos, y recuerdo la voz interna diciéndome, ese soy yo! Ese soy yo!

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