Una de las señales de una persona que afirma que tienen emunah y muestran pruebas: ¡rezan profusamente! La culpa y la preocupación nos afligen a muchos de nosotros, incluso cuando sabemos que el judaísmo tiene que ver con la alegría. La Torá nos instruye a permanecer alejados de la negatividad: del miedo, la ansiedad, la ira, el juicio, la preocupación, la frustración, la tristeza y la culpa. Emunah práctica nos enseña a buscar lo bueno en cada situación, incluso el desafío más difícil. Por qué las personas se preocupan mucho más de lo que necesitan. Puede preocuparse por cosas como la salud, el dinero o los problemas familiares. Una actitud alegre es un claro indicador de nuestra emunah, nuestra fe en la sabiduría de Hashem y que Él está haciendo todo lo mejor para cada uno de nosotros. Mientras nuestro corazón esté con Hashem y tratemos de hacer su voluntad, estamos bien. Si nos quedamos cortos, este no es el momento de sentirnos culpables e infelices. Como un niño que se acerca a un padre, simplemente recurrimos a Hashem y le comunicamos nuestro sincero sentimiento acerca de nuestro esfuerzo.

¡No se preocupe, sea Breslev (tenga un corazón de carne), sirvan a Hashem con su corazón! Con alegria, con plegaria….

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