Milagros de proporción bíblica – El ejército romano conquistó lo que había sido la gloria de la nación judía durante mil años. Ellos saquearon a Jerusalén, y mataron o esclavizaron a cada residente judío. Jerusalén debe ser el unificador del pueblo judío. Hace 1,900 años, cuando se perdió esa unidad, la ciudad fue destruida, el Templo fue quemado y la gente exiliada. Hace cuarenta y siete años, el pueblo judío estaba unido de una manera que probablemente no se había visto, ya que nuestros antepasados se encontraban en el Monte Sinaí para recibir la Torá. La continua existencia del Estado judío estaba en riesgo, por no hablar de millones de vidas. Cuando los judíos se juntaron, en seis días milagrosos se cambió el curso de la historia judía.

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Durante la Guerra de los 6 Días, el destino de los judíos cambió para siempre. Por primera vez desde que el estado de Israel fue declarado, los judíos pudieron caminar hasta el sitio histórico donde una vez estuvo el Templo. En Yom Yerushalayim celebramos el tiempo tan esperado cuando nuestra creencia en Hashem y nuestro amor por la tierra finalmente se unieron nuevamente y se convirtió en una sola unidad. Cuando la santa ciudad de Jerusalén, una vez más, descansó en manos judías.

En particular, los israelíes conmemoran Yom Yersushalayim (Día de Jerusalén), la fiesta nacional que celebra la reunificación de Jerusalén en 1967 y el establecimiento del control israelí sobre la Ciudad Vieja. El famoso llamado paracaidista, que los israelíes recuerdan vívidamente, “Har Habayit b’yadeinu” (“El Monte del Templo está en nuestras manos”), es un símbolo de la victoria nacional y la reconstrucción para muchos dentro del moderno Estado de Israel.

Tras la histórica liberación del Monte del Templo en 1967, el gobierno israelí le devolvió rápidamente la soberanía del sitio al Waqf, la organización religiosa musulmana que custodiaba el Monte del Templo durante los 19 años de ocupación ilegal de Jerusalén en Jordania. El movimiento sorprendió a muchos judíos y musulmanes por igual.

“Estamos agradecidos por las victorias modernas en Jerusalén”, dijo Richman. “Pero la historia de Jerusalén apenas está comenzando. Y así, Yom Yerushalayim, con cada año que pasa, tiene cada vez más importancia porque es como un portal para el futuro.”

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