La Parashat Hashavua (lectura de Tora semanal) se llama Ki Tetze, cuando tu sales. Nos da donde mitzvot / mandamientos importantes; Recordar Shabat, el dia de descanso, por ende vivir con Emunah / por fe y tambien nos manda a recordar Amalec, el enemigo perpetuo de Israel. Shabat es un dia donde ejercemos Emunah de un lado a otro, no trabajamos, olvidamos nuestros problemas, vivimos el sabor del mundo venidero. Amalec, el enemigo de Israel, nos lleva a tener miedo, a olvidar lo que Hashem hizo por nosotros, y perder Emunah en el Creador (Hashem no lo permita). El nombre Amalec tiene un valor numérico en Hebreo que la palabra DUDA. Leemos en la lectura Shelaj Leja. El pueblo de Israel viajó. . . y acamparon en Rephidim. . . [Moisés] nombró el lugar “Desafío y lucha”, debido a la lucha del pueblo de Israel y su desafío a Dios, diciendo: “¿Está Di-s entre nosotros o no?” Luego vino Amalec y atacó a Israel en Rephidim . . . (Éxodo 17.1-8)
¿Quién y dónde está Amalec hoy? Amalec encarna al enemigo más poderoso que enfrentamos. Ese enemigo no es una fuerza externa. No es un enemigo desde afuera, sino desde adentro. El enemigo es: Duda. ¡Podemos destruir a Amalec quitando la duda y la inseguridad y reemplazarlo con fe, EMUNAH, fe en el Creador! Todos sabemos, mientras estudiamos las Escrituras, que Hashem está cerca de aquellos que lo llaman, aquellos que lo llaman en Verdad. PERO el problema de que incluso si lo llamamos dudamos. Amalec es un enemigo del alma, acechando dentro de cada uno de nosotros. ¡Amalec trabaja para crear dudas en nuestras vidas, para dudar del Creador, para dudar de nuestro llamado en nuestra vida, nuestro Propósito de la creación! Cada vez que la Torá alude a Amalec, también se refiere a un ataque a nuestra emunah.

El Rebe Najman de Breslev nos dice: ¡Nunca te rindas! Pero a veces, el Amelec que habita dentro nos empuja al borde. “La vida es demasiado dura”, nos decimos a nosotros mismos.

Recuerda lo que Amalec te hizo en el camino, en tu salida de Egipto. Que te encontró en el camino, y cortar los retrasos a la retaguardia, cuando estabas cansado y agotado; él no teme a Di-s. Por lo tanto . . . debes borrar la memoria de Amalec de debajo de los cielos. No olvides. (Deuteronomio 25:17-19)

Por lo tanto, cuando eliminamos la duda, quién es Amalec, entonces podemos encontrar muchas razones y explicaciones de por qué agradecer a Hashem por el sufrimiento de uno finalmente trae salvación.

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