La pereza es el enemigo #1 de la Emunah. Cuando ejercitamos nuestra EMUNAH su fruto es confianza, y una forma de manifestar confianza se manifesta en la forma de HITBODEDUT (plegaria personal). Para destruir la pereza el deseo es el comienzo de EMUNAH. Con Hitbodedut creamos nuevas realidades, cosas que no existían en nuestra suerte, cosas que no estaban destinadas a la persona que trabaja en su Hitbodedut. Con Hitbodedut creamos una relación personal, íntima con El que nos resuelve, Bore Olam, tu Papi. El reto que tenemos ahora es 40 días para construir una relación personal con plegaria con nuestro Dios, este reto no es para el perezoso, es para el valiente. Únete a nuestro reto, construye un futuro mejor, tú y El Creador del mundo.

Reserve tiempo cada día para meditar y orar solo en una habitación o en algún prado y expresar sus pensamientos y sentimientos más íntimos y oraciones personales a Dios. Utilice todo tipo de apelación y argumento. Usa palabras que te hagan querer a Dios y te ganará su favor. Pídale a Dios que lo acerque y le permita servirlo verdaderamente. Esto es Hitbodedut. Hitbodedut es de gran valor. Es el camino para acercarse a Dios, porque incluye todo lo demás. No importa lo que le falte en su servicio a Dios, incluso si se siente totalmente alejado de su servicio, cuéntele todo a Dios y pídale todo lo que necesita. De lo más pequeño a lo más grande, es imposible ser una persona verdaderamente buena sin Hitbodedut.

La oración debe ser pronunciada en palabras reales, literalmente. No basta con pensar las oraciones. Es cierto que Dios sabe lo que estamos pensando. Pero las palabras deben ser dichas, porque el discurso es el recipiente con el que recibimos el flujo de bendiciones. Según nuestras palabras, así es la bendición que recibimos.

Quien perfecciona su discurso puede recibir abundantes bendiciones a través de los vasos que forma con sus palabras. Por eso debemos articular nuestras oraciones con la boca.

Construyendo o destruyendo

Nunca dejes que una palabra de maldad salga de tu boca. Nunca digas que serás malvado o cometerás un pecado, incluso si lo dices como una broma y no tienes intención de cumplir tus palabras. Las palabras en sí pueden ser muy perjudiciales. Ellos pueden obligarte a cumplirlos aunque no los hayas querido en serio.

El habla tiene un poder tremendo. Si sabes cómo, incluso puedes susurrar a una pistola para que no pueda disparar. Construye con tus palabras!

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