Criptojudíos o “marranos”, el retorno de los Benéi Anusim. Un llamado URGENTE a los Anusim las puertas están abiertas para su regreso, por cuánto tiempo no lo sabemos, pero tiene un tiempo limitado. Hoy en día se produce un fenómeno muy especial cuando los descendientes de aquellos que casi perdieron su identidad judía en condiciones horrorosas están regresando.

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Costa Rica fue fundada en el siglo XVII por un grupo de unos 200 colonos de León, la ciudad más antigua de Nicaragua, que se conoce ampliamente como Marranos. Tenía sentido que los Anusim se establecieran en Costa Rica porque era remoto y, por lo tanto, lejos del control tanto del gobierno colonial español como de la Iglesia y su Inquisición. Costa Rica se desarrolló como un país muy independiente, con la mayor parte de su población dispersa en pequeñas comunidades de montaña donde había poca adhesión a la fe católica. De hecho, fue un refugio para aquellos que huían de la persecución: toda la población de Costa Rica fue excomulgada dos veces por Obispos de León separados (en diferentes períodos de tiempo) por no asistir a la Misa. La Inquisición nunca abrió un Santo Oficio en Costa Rica, y en De hecho, la primera bandera colonial de Costa Rica fue una estrella roja de seis puntas (Magen David) sobre un fondo blanco, que posteriormente fue reemplazada por una bandera de rayas más tradicional.

La historia de los judíos en Costa Rica data desde la conquista española con la llegada de gran cantidad de conversos sefarditas que escapaban de la Inquisición española e instalandose principalmente en la ciudad de Cartago y sus alrededores. Ellos ocultaron por todos los medios su pasado judío haciendo que sus descendientes ni siquiera tuvieran idea de ello.

Miles, y miles de los descendientes de los Anusim estan haciendo regreso, “La chispa judía nunca se apagó, y estos Anusim están cumpliendo realmente los sueños de sus antepasados en el sentido de que están recuperando la identidad judía que fue robada brutalmente de sus antepasados”. Para la mayoría de ellos, “era como sus almas tuvieran memoria, despertando en nosotros el deseo de aprender más, ¿quiénes éramos? De dónde éramos ¿Dónde están las raíces de nuestras familias?

Los registros indican que 12 de las primeras 50 familias europeas traídas para colonizar Costa Rica eran judíos sefardíes. Estos eran conversos, que vinieron en el siglo XVI o XVII escapando de las persecuciones en España. Lo que resulta curioso es que la mayoría de los descendientes de este grupo desconocen sus raíces judías, ya que sus ancestros querían borrar todo pasado por miedo a mas persecuciones como las que vivieron en España.

El país ha tenido tres grandes oleadas de inmigración judía; la primera, la de sefarditas llegados en tiempos de la colonización que se localizaron principalmente en Cartago y que se convirtieron al catolicismo, que incluso era la religión obligatoria en ese momento.

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