Estamos haciendo un viaje alrededor del mundo, buscando a mis hermanos, los bnei anusim (hijos de los forzados), hoy les toca Venezuela. Los bnei anusim (hijos de los forzados) fueron conocidos como cristianos nuevos, luego criptojudíos y quizás paralelamente –desde siempre– marranos. Hoy mis hermanos pueden regresar, es mi entendimiento que El Eterno los está esperando. Es hora de abandonar la razón de la violación de sus antepasados Judíos.

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La historia de los judíos en Venezuela data de mediados del siglo XVII, cuando los registros sugieren que grupos de marranos (descendientes españoles y portugueses de judíos bautizados sospechosos de adherirse al judaísmo) vivían en Tucacas, Caracas y Maracaibo. Sin embargo, la comunidad judía no se estableció en Venezuela hasta mediados del siglo XIX.

Los primeros judíos secretos o escondidos (criptojudíos) vivían en la península ibérica en el siglo 14 de la era común, después de haber renunciado a su identidad cultural, nacional y espiritual. La conversión de israelitas a la fe cristiana pronto se convirtió en algo de dudosa efectividad, lo que resultó en varias oleadas de severa persecución contra ellos, y en las que murieron miles de personas. La Inquisición Española fue instituida a finales del siglo 15 EC para así exponer a los nuevos cristianos con una conversión no sincera.

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